Un Nuevo Comienzo en la Universidad Don Bosco: Expresión Corporal en la mención de Educación Física
Queridos lectores,
¡Estoy emocionado de compartir con ustedes una nueva aventura en mi carrera profesional! A partir de este semestre, tengo el honor de ser profesor en la Universidad Don Bosco de Madrid, donde impartiré la asignatura de Expresión Corporal en el grado de Educación Primaria, dentro de la mención en Educación Física. Este nuevo capítulo no solo representa un reto profesional, sino que también es una oportunidad maravillosa para combinar mis mayores pasiones: la danza y la educación.
La expresión corporal es un área que siempre me ha fascinado. A través de ella, podemos comunicar sentimientos, emociones e ideas sin necesidad de palabras. Mis años de experiencia en el mundo de la danza me han enseñado que el cuerpo es un vehículo poderoso para la autoexpresión y la creatividad. Estoy ansioso por compartir con mis alumnos las herramientas que les permitan descubrir su propia voz corporal y explorar su potencial artístico, pues creo firmemente que el movimiento es un lenguaje universal que trasciende barreras y se convierte en un puente de conexión con los demás.
Mi objetivo como docente es claro: quiero que cada uno de mis estudiantes logre ser la mejor versión de sí mismo. La educación no es solo un medio para adquirir conocimientos, sino una oportunidad para crecer, aprender y descubrir quiénes somos realmente. Quiero cultivar un ambiente en mi aula donde cada estudiante se sienta seguro y motivado para explorar sus capacidades, donde se fomente la creatividad y se valore la individualidad. La autoconfianza y la expresión personal son elementos fundamentales en este proceso, y cada clase será una invitación a soltarse, a experimentar y a disfrutar del aprendizaje.
El hecho de combinar la danza y la educación me brinda una perspectiva única para abordar la formación integral de los futuros docentes. Estoy convencido de que la expresión corporal no solo enriquece la práctica educativa, sino que también proporciona herramientas que los futuros maestros podrán llevar consigo a sus propias aulas, fomentando así un enfoque más dinámico e inclusivo en la enseñanza.
Espero que me acompañen en esta nueva etapa de mi vida profesional. Estoy deseando compartir momentos inolvidables, aprendizajes y, sobre todo, ver cómo mis alumnos se transforman y encuentran su propia esencia a lo largo del recorrido. La aventura comienza ahora, y no puedo esperar a ver qué nos depara el futuro.
Es inspirador ver cómo la pasión por la danza se entrelaza con la educación en este nuevo capítulo profesional. La expresión corporal, como vehículo de comunicación y autoexploración, promete enriquecer no solo el desarrollo de los estudiantes, sino también su capacidad para conectar con los demás. El enfoque en crear un ambiente seguro y fomentar la creatividad y la individualidad es fundamental para el crecimiento personal y académico. Sin duda, esta nueva aventura será una experiencia transformadora tanto para el docente como para sus alumnos. ¡Buena suerte en este emocionante viaje!
ResponderEliminarEs un legado imprescindible dar cabida a la danza al público universitario. La expresión corporal es base de la misma y favorece el desarrollo integral de los alumnos que son los futuros profesionales de nuestra sociedad. Las soft skills se verán potenciadas e integradas en los aspectos humanos y técnicos de las diferentes áreas. Una propuesta esencial en la formación de los participantes en este proceso.
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